Los candidatos que aspiran a la presidencia de Bolivia caminan en círculos alrededor del mismo altar: el del extractivismo. En sus discursos, debates, entrevistas y propagandas, no hay bosque, no hay río, no hay selva, no hay cielo limpio ni animales silvestres. En sus palabras no hay árboles ni aire. Hay dólares, hay litio, hay carreteras que huelen…